Desde hace mil años, Montpellier no ha cesado de engalanarse para disfrute de sus habitantes y alegría de los visitantes, que cada vez son más numerosos en venir a arrebatarle, por unos instantes, sus encantos y secretos. Después de su Jardín Botánico fundado por el rey Enrique IV en 1593, el paseo del Peyrou, las mansiones y palacios de los siglos XVII y XVIII, su esplanada y su famosa plaza de la Comédie...
Desde hace mil años, Montpellier no ha cesado de engalanarse para disfrute de sus habitantes y alegría de los visitantes, que cada vez son más numerosos en venir a arrebatarle, por unos instantes, sus encantos y secretos.
Después de su Jardín Botánico fundado por el rey Enrique IV en 1593, el paseo del Peyrou, las mansiones y palacios de los siglos XVII y XVIII, su esplanada y su famosa plaza de la Comédie..., Montpellier trabaja apresuradamente para entrar de lleno en el tercer milenio e inscribirse en el concierto de las Eurociudades del mañana, gracias a obras arquitectónicas de primer orden como el barrio "Antigone" del español Ricardo Boffil, la Opera-Palacio de Congresos-Corum de Claude Vasconi, la piscina olímpica, Port Marianne, la Gran Biblioteca... y una intensa animación cultural (Orquesta filarmónica, Festival internacional de Danza, -junio-julio-, Festival de Música de Radio France Languedoc-Roussillon -julio-agosto-, Festival de cine mediterráneo -octubre-noviembre-...).