Pocas ciudades europeas cuyo pasado gay y lésbico es tan rico como el de la capital austriaca. Desde emperadores homosexuales hasta señores de la guerra y compositores del pasado, hasta gays y lesbianas vieneses y vieneses, todos ellos hacen de esta ciudad un destino particularmente atractivo. Desde 2001, el centro histórico de Viena también es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.