Esta vieja casa de piedra y madera del siglo XIV, situada en la Place de Arbres, en un pequeño pueblo medieval emplazado entre Aviñón, Uzès y Orange, ha sido resucitada por sus nuevos propietarios Thierry, Christophe y Stephane. Decorado con un gusto especial por el esteticismo, el actual encantador hotel se organiza entorno a sus agradables terrazas -una de ellas con jacuzzi exterior-, a un bonito jardín y a su piscina con solárium. Los muebles de los siglos XVIII y XIX de las habitaciones y de los salones crean un ambiente original lleno de objetos familiares. Masajes y baños turcos. Una invitación al bienestar y al reposo entre los viñedos de Lirac y Tavel.